«La cruel pedagogía de la educación ambiental: una propuesta reflexiva frente a las dinámicas ecológicas a nivel institucional y social»
Ponente: Juan Felipe Lozano
Fecha de presentación: 23/03/2022. Bogota D.C
“Nadie educa a nadie, nadie se educa a sí mismo. La humanidad se educa entre sí porque nadie ignora todo, nadie lo sabe todo”. Paulo Freire.
En la actualidad, el cambio climático y sus efectos sobre el planeta se han posicionado como temas fundamentales dentro de las agendas políticas, sociales gubernamentales y no gubernamentales de todo el mundo, pues por ejemplo tan solo hace algunos pocos meses fue desarrollada la cumbre mundial por el clima (COP26) donde los países convocados por la Naciones Unidas generaron compromisos sociales, políticos y educativos entorno a la reducción de la deforestación o la producción de gases metano, lo cual de por sí supone un reto inmenso, en la medida de que para reducir estos agentes contaminantes se necesitarán planes de intervención tanto empresariales como EDUCATIVOS.
Sin embargo, más allá de generar discusiones políticas y sociales que en el marco de lo fundamental irán sugiriendo e incluyendo nuevos avances en este campo, es importante hablar del último plan de intervención mencionado anteriormente, “LA EDUCACIÓN”, pues visto bajo un enfoque social y pedagógico, la educación puede ser una gran herramienta que transforme el mundo y que lo cambie bajo la dirección de las nuevas generaciones, dado que están asumiendo un mayor compromiso ambiental con unos roles indefinidos o definidos, que pueden simplemente existir desde diferentes espacios y esferas de la sociedad porque como diria Paulo Freire: “La ecología tiene que estar presente en cualquier práctica educativa” (Suarez, 2021).
Aquel compromiso social y ambiental que las nuevas generaciones hemos venido desarrollando no es en vano, puesto que cada segundo que pasa simplemente estamos más al borde de un colapso medioambiental en el que a diferencia de nuestros padres, abuelos y bisabuelos, nosotros sí estamos conscientes de ello, y la mayor prueba son todos los programas ambientales que las y los jóvenes lideran a nivel mundial, o las huelgas ambientales que han generado un amplio impacto social en el mundo, al punto de que una activista ambiental de tan solo 19 años fue nominada a un premio nobel de la paz en el 2021.
Lamentablemente el modelo de educación ambiental que se aplica en Colombia, y que fue creado mediante el decreto 1743 del año 1994 se muestra como una estrategia completamente ineficiente y obsoleta para el momento histórico que estamos viviendo, en donde las juventudes nos encontramos en el pleno auge del desarrollo de la conciencia ambiental, pues pese a que los proyectos de educación escolar son fundamentales y necesarios como un incentivo social para la creación de una conciencia ambiental, muchas veces estos, por sus enfoques anti-pedagógicos, generan el grave problema de “la enseñanza por la nota” un problema donde las y los estudiantes cambian el aprender a conciencia interiorizando el conocimiento ambiental por una simple calificación que no evalúa más que trabajos superficiales, que a largo plazo no evalúan ni miden las verdades capacidades que tienen las y los estudiantes de generar conocimiento y conciencia ambiental que después puedan llevar y aplicar en terreno, dentro de sus entornos cotidianos internos y externos.
Con lo anterior se pone en evidencia que, de forma paulatina, se ha ido perdiendo de por sí el rumbo de lo positivo que podría llegar a tener un programa ambiental y ecológico enfocado en la creación de nuevos liderazgos, para una nueva cultura social que se adapte a nuestro momento histórico; que desde la ecología, tenga en cuenta los desafíos que como seres humanos enfrentamos para reconocer, salvaguardar y asignar responsabilidades de cuidado del medio ambiente y la naturaleza estamos viviendo y habitando.
Aquel problema dentro del PRAE, que nace desde la academia y desde la educación, ha generado que las y los estudiantes pasen de generar un pensamiento crítico y colectivo, a reconocer de forma superficial los efectos de las prácticas humanas y su incidencia medioambiental sin generar acciones de impacto a nivel social y cultural, desde la escuela hasta los hogares y las vivencias diarias en todos los contextos; estrategias que los lleven verdaderamente a reflexionar sobre el rol que cumplen ellos mismos dentro de una sociedad, sociedad que se está adecuando y adaptando a los graves efectos negativos del cambio climático.
Sin embargo, y pese a todo el problema planteado anteriormente, es necesario hablar de un aspecto muy importante que ya fue mencionado y es la capacidad que debe tener la educación del Siglo XXI, no solo para formar personas y jóvenes expertos en temas medio ambientales sino también para generar líderes sociales que por medio de la pedagogía popular lleven consigo unas ideas que puedan ir más allá de simplemente reciclar o hacer jardinería, líderes que por medio de acciones ejemplares y colectivas puedan replicar un mensaje que corrija por generaciones los errores que se han creado desde hace cientos de años, donde los seres humanos hemos utilizado todo lo que hemos tenido a la vista en nuestro beneficio de forma exagerada sin detenernos a pensar un solo segundo en el terrible daño que podríamos estar generando.
De ahí la importante necesidad de corregir los errores, plantear un proyecto ambiental escolar que verdaderamente recoja unas necesidades específicas que existen en la sociedad de hoy en día, y que en esa misma medida proporcionen herramientas a las y los estudiantes para generar liderazgos sociales y populares, que permitan crear una nueva generación social, que cuide y proteja la vida como lo más sagrado que puede llegar a existir dentro del universo, pero que también contemple la economía, la naturaleza y en sí a la sociedad dentro de un proyecto colectivo, que se de en el marco de la construcción de nuevos movimientos que promuevan un liderazgo ambiental al servicio de la comunidad.
Quizás la educación no sea la respuesta para todo, y menos hablando de temas medio ambientales, sociales y ecológicos, pero sin duda empezar con una verdadera formación en educación ambiental, que forme líderes para el mundo quienes sean críticos y conscientes de su rol dentro de la sociedad, puede ser un gran paso para la resolución de todas esas amplias necesidades que tenemos los seres humanos, y que de no discutir pronto, podrían llevarnos incluso hacia nuestra propia extinción.
References
Calixto Florez, R. (2010). Educacion popular. redalyc.org.
https://www.redalyc.org/pdf/607/60713488003.pdf
Suarez, C. (2021, November 24). Paulo Freire: el pedagogo de la esperanza – Ecoembes.
Ecoembes Naturaliza. Retrieved March 22, 2022, from https://www.naturalizaeducacion.org/2021/11/24/paulo-freire-el-pedagogo-de-la-esperanza/